El regreso
En nuestro recorrido, hicimos un alto para la foto del recuerdo.
familia que también sufrió la pérdida de su antigua casa y que nos preparó un exquisito almuerzo.
pues hasta esa hora seguían atendiendo al gran número de mascotas que llegaban.
el terremoto y encontrar el preciso lugar en que vendían ricas tortillas de rescoldo recien horneadas.
Está de más decir que la señora las vendió todas.
ahora regresábamos a Santiago en furgones vacíos, pero cargados de emociones por la experiencia vivida.