El lema de este año “Ay de mí si no evangelizara” (1 Cor 9, 16) Qué importante es poder traspasar nuestra fe a quienes según palabras del Vicario de la Esperanza Joven, Padre Galo Fernández, aún no encuentran el tesoro de la fe.
También nos invita a despertar en nosotros, con la ayuda del Espíritu Santo, el entusiasmo por comunicar a todos el gozo de conocer a Jesucristo, el Señor de la vida plena.
A medida que peregrinábamos, las diferentes estaciones nos invitaban a reflexionar sobre nuestra vida y las de quienes nos rodean, a pedir por aquellos que más lo necesitan y por la paz en el mundo.
Ya en la estación cumbre “La cruz” (Km 15, 1) después de haber subido la cuesta, se podía notar el agotamiento y cansancio, en cosas tan simples, como el hecho de que muchas personas nos tropezábamos más de lo normal, y acaso la vida ¿no implica eso? tropezar mil veces para levantarnos otras mil y una más.
Fue una experiencia increíble; agradezco el esfuerzo de quienes asistieron y sobre todo su fe, porque a pesar de las dificultades, su fe permanece intacta. Profesora : Srta Carolina Muñoz Rojas
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